La fecha en que escribo esta entrada se cumplen veinticinco
años desde que la Wold Wide Web —desarrollada por Tim Berners-Lee mediante la
confluencia del lenguaje HTML, las direcciones conocidas como URL y el
protocolo de transferencia de hipertextos HTTP— se convirtió en una realidad global. Y sólo un día antes celebré mi
aniversario personal, un cumpleaños con alguna que otra vela más.